¿Homenaje o negocio familiar?
El «Capupaquete», una iniciativa creada por Oliver Henaine, nieto del querido actor mexicano «Capulina», ha llegado al mercado con el objetivo de ofrecer un kit de objetos coleccionables en homenaje al comediante. Sin embargo, este lanzamiento ha sido recibido con opiniones encontradas en redes sociales, donde muchos cuestionan si realmente se trata de un tributo o de un intento por «lucrar» con el legado de Gaspar Henaine Pérez, conocido como «Capulina».
¿Qué incluye el «Capupaquete»?
El kit, promovido por Oliver en plataformas como TikTok y otras redes, contiene varios productos pensados para los fans más nostálgicos. Entre los artículos se encuentran las mini historietas llamadas «Capulinitas», que recrean las clásicas aventuras de «Capulina», así como un sombrero y otras piezas de colección. El paquete completo está disponible por 2,300 pesos, y cada historieta puede adquirirse de forma individual por 300 pesos. Además, se ofrece la opción de realizar pagos a plazos, lo cual ha sido destacado como una opción accesible para quienes deseen adquirirlo.
Críticas y reacciones en redes
A pesar de los esfuerzos por presentar el «Capupaquete» como un homenaje, la respuesta ha sido, en su mayoría, negativa. Muchos internautas han expresado que Oliver Henaine parece estar más interesado en obtener un beneficio económico personal que en rendir un verdadero tributo a su abuelo. Comentarios como “Si las ‘Capulinitas’ no se vendieron en su momento, ¿qué te hace pensar que las vas a vender hoy?” y “Con ese dinero me compro un tinaco de 1200 litros” resaltan el tono crítico de la audiencia.
Fotografías inéditas: ¿Valor añadido o polémica?
Otra de las características de los «Capupaquetes» es la inclusión de fotografías inéditas de «Capulina», algunas de las cuales muestran al mismo Oliver Henaine. Estas imágenes, firmadas por él, han generado incomodidad entre los seguidores. Quienes consideran que se debería dar más valor al legado de Capulina que a la presencia de su nieto en el material promocional.
Con un mercado de fanáticos dividido, el «Capupaquete» plantea una interrogante: ¿hasta qué punto puede un familiar beneficiarse del legado de un ícono cultural sin perder el respeto del público?