Adiós al genio detrás de los Beach Boys
El mundo de la música ha sido conmocionado por la muerte de Brian Wilson, el carismático fundador y cerebro creativo de los Beach Boys, a los 82 años. Su fallecimiento fue confirmado por su familia a través de un comunicado, aunque la causa no ha sido revelada. Desde mayo de 2024, Wilson se encontraba bajo tutela judicial por motivos médicos y personales.
Una leyenda que cambió la música
Brian Wilson fue reconocido no solo por ser el mayor de los hermanos Wilson, sino por su papel fundamental como compositor, arreglista y productor. Canciones como “Good Vibrations” y “California Girls” reflejan su genio musical y sensibilidad emocional. Mientras Carl tocaba la guitarra y Dennis la batería, Brian marcó el rumbo del grupo con su bajo, su voz y su visión artística.
Los Beach Boys, surgidos en la California de los años 60, conquistaron las listas globales con más de 30 sencillos en el Top 40. Wilson fue considerado por muchos como un Mozart moderno, por su capacidad para crear armonías y paisajes sonoros únicos. El álbum Pet Sounds de 1966, obra cumbre de su carrera, sigue siendo valorado como uno de los mejores discos de todos los tiempos.
Una vida marcada por la genialidad y el dolor
A lo largo de su carrera, Brian Wilson fue admirado y compadecido a partes iguales. Su lucha contra problemas mentales y su constante búsqueda de perfección marcaron su vida. La rivalidad musical con los Beatles —y el intento de superarlos con su ambicioso proyecto Smile— reveló la intensidad con la que vivía su arte.
A pesar de las disputas internas en la banda, como las ocurridas con su primo Mike Love, Wilson recibió el respeto y la admiración de figuras como Paul McCartney, Elton John y Bruce Springsteen. Su influencia se extendió más allá de los Beach Boys, inspirando a generaciones de artistas.
Un legado eterno de verano
La música de Brian Wilson fue descrita como una eterna postal sonora de sol, playa y juventud. Años después de sus mayores éxitos, canciones como Surfin’ USA o Don’t Worry Baby siguen siendo asociadas con el espíritu veraniego estadounidense. Su obra, profundamente emocional, trascendió modas y generaciones.
Con su partida, el mundo pierde no solo a un músico, sino a un arquitecto del pop moderno. El eco de su talento seguirá sonando, allí donde haya una radio, una ola o un atardecer que merezca ser recordado.